21 de febrero de 2014

Para poder comparar realmente el nivel de contaminación atribuible a cada auto, no basta con determinar las emisiones que son generadas durante el funcionamiento del mismo, es decir, cuando sus motores están en marcha, sino también factores tan variados como pueden ser el proceso de fabricación de los mismos, la manera en que obtienen la energía e incluso, el país donde esté circulando el vehículo.

Así, teniendo en cuenta lo que se conoce como consumo global de energía primaria, o sea, la que es empleada en la fabricación del auto, se ha calculado que los eléctricos demandan de una mayor cantidad de esta energía durante dicho proceso que los autos convencionales. Sin embargo, durante el transcurso de la vida útil del vehículo, se revierte este valor debido a la mayor eficiencia del motor del auto de propulsión eléctrica.



Otro punto de comparación es, por supuesto, el del nivel de emisión de gases de efecto invernadero de cada uno. En este caso ocurre algo similar a lo anterior, pues aunque durante la fabricación del auto eléctrico se emiten grandes cantidades de dióxido de carbono (en particular durante la fabricación de las baterías) luego con el uso esto se revierte, ya que liberará una cantidad mucho menor de este gas durante el resto de su vida útil que un auto que emplee diesel o gasolina.

En este punto, sin embargo, hay una clara diferencia entre países, ya que por ejemplo en los países donde la energía nuclear o las renovables produzcan gran parte de la energía consumida, los valores de emisión variarán mucho, ya que la fabricación o la recarga apenas aportarán gases responsables del cambio climático, a diferencia de aquellos países que emplean más los combustibles fósiles. En estos últimos casos, aunque los autos eléctricos siguen contaminando algo menos, la lucha contra el cambio climático no resulta ser demasiado eficaz.

Si se tiene en cuenta también la contribución al agotamiento de los recursos fósiles, la ventaja clara la tienen los vehículos eléctricos que no consumen directamente estos recursos no renovables. Esto debe matizarse igualmente teniendo en cuenta cual es la fuente principal de energía del país, porque al cargar las baterías, también se puede consumir indirectamente bastante combustible fósil.