Descubiertas en 1995 en las aguas de Japón, estas figuras intrigaron durante más de una década al mundo científico: se trata de formaciones circulares de más de dos metros de ancho, con ‘dibujos’ totalmente geométricos y decorados con fragmentos de conchas, que aparecen y desaparecen en el fondo del mar. Luego de varios años de incógnita, los investigadoresencontraron hace pocos meses al autor de esta obra: el Pufferfish, un pez globo que dibuja círculos con sus aletas para atraer a las hembras.
En un extraño comportamiento de apareamiento, las hembras ponen huevos en el centro de estos círculos y los machos los fertilizan externamente. Los ejemplares de sexo masculino permanecen unos seis días a su alrededor para protegerlos y asegurar la reproducción.
Los profesionales continuarán estudiando a esta especie para conocer qué es lo que llama la atención de las hembras en estas fabulosas estructuras.